no-topia

Óscar Pérez, Mauricio Esquivel, Enrique Alarcón and Edwin Soriano.

Curated by Mauricio Esquivel

Lo importante no es mantenerse vivo

Si no, mantenerse humano

La pandemia en perspectiva:

La pandemia COVID-19 ha ejercido un impacto significativo en el mundo, demostrando cómo los gobiernos y las sociedades pueden ser tanto responsables como opresivos en sus esfuerzos para controlarla. En la novela "1984" de George Orwell se presentan múltiples ejemplos de cómo el gobierno utiliza medidas de seguridad y el miedo para justificar su poder. También se ha observado que la pandemia ha acelerado los efectos de la tecnología en la sociedad, modificando drásticamente nuestras identidades en una época digital, donde una gran parte de la sociedad utiliza la tecnología para evadir problemas de la realidad o surgen modelos de negocios automatizados con inteligencia artificial y un aceleramiento como nunca antes, en el desarrollo de la realidad virtual. 

En este contexto, empresarios propietarios de compañías multimillonarias como Amazon, Space X, Tesla dedican recursos a la exploración del turismo espacial o enfatizan sus intenciones de colonizar Marte.

En un ambiente de múltiples crisis geopolíticas. El planeta también enfrenta la crisis climática para lo cual la extracción de tierras raras, es especialmente relevante en las tecnologías modernas, como smartphones, turbinas eólicas y vehículos eléctricos. Sin embargo,  su proceso de extracción puede tener impactos negativos significativos en el medio ambiente y en las comunidades indígenas cercanas a los territorios para su extracción.

Las comunidades indígenas que viven en las áreas donde se encuentran las minas a menudo son desplazadas y obligadas a perder sus formas de vida tradicionales, cultura y conexiones espirituales con la tierra, además de sufrir múltiples violaciones a sus derechos humanos. Esto implica una constante de sobreexplotación de recursos naturales y perpetúa los impactos negativos impuestos por la post colonización.

Ofrecemos en esta entrega una síntesis de conversaciones realizadas en los últimos tres años entre Óscar Pérez, Mauricio Esquivel, Edwin Soriano y Enrique Alarcón representadas por dispositivos escultóricos, artefactos, dibujos y fotografías que desde nuestras distintas localizaciones (Tamanique, Zaragoza, Calle al Volcán, Atlanta, Nueva York) nos marcan y afectaron nuestras vidas personales en esa ventana de tiempo.

Creamos burbujas de convivencia en las que limitamos nuestro número de interacciones y contacto personal, ampliamos nuestras comunicaciones por medio de dispositivos móviles, nos desplazamos entre territorios, bajo la un extraña sensación de extinción que es representada en la cultura popular en un sin número de expresiones que van desde la literatura hasta el cine o la música  en donde se especula la migración de la especie humana siendo desplazada del planeta al no existir más las condiciones adecuadas para la vida y en donde la ciencia ficción es cada vez más una realidad latente en nuestro número de interacciones diarias.

Nos olvidamos de procesos de interacción con el medio ambiente que consideramos primitivos, provenientes de nuestros ancestros quienes tenían una relación más simbiótica con sus entornos naturales y de los cuales a penas tenemos interés pero que existen ahora como ruinas o esqueletos fósiles de una sociedad que no existe más que en la información genética que heredamos.

Con las piezas presentadas hacemos a su vez pequeños guiños de esperanza dispuestos al ojo de la curiosidad, al centro de la composición escultórica principal (La ciudadela) en donde colocamos una obra escultórica de Edwin Soriano “Magnetismo” destacando un comentario realizado por Benvenuto Chavajay en una de sus pláticas, donde comenta que nosotros (nuestra región) debemos escuchar más a la piedra  sugiriendo que nuestra filosofía de vida aunque marcada por la post colonización y el pensamiento occidental, puede rescatar valores de nuestra cultura ancestral. 

Texto parcialmente intervenido mediante AI/Chat GPT (Open AI)

Curaduría por Mauricio Esquivel

Short version

Mantenerse Humano es un proyecto gestado en 2020 bajo las características propias de tan caótico año ocasionado por la pandemia y que influye en las dinámicas socioeconómicas y geopolíticas de la actualidad. Durante los últimos dos años,  analizamos diversas citas bibliográficas basadas en estudios, ensayos e investigaciones filosóficas, teóricas y de artistas comparando distintas realidades. Tomamos como ejemplo nuestro emplazamiento físico entre la ciudad de San Salvador, El Salvador y la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos.

Durante 2020 se agudizaron los diversos usos de tecnología, sobre todo en dispositivos móviles y realidad virtual.

El Salvador, el país más pequeño de Centroamérica tienen más dispositivos móviles que personas; alrededor de 3 millones de sus ciudadanos residen en los Estados Unidos siendo Nueva York y Los Ángeles dos ciudades donde más nos concentramos. Históricamente la falta de documentación imposibilita a muchas personas tener contacto físico con sus familiares pero el uso de dispositivos móviles permite hasta cierto punto estar al tanto de la salud de nuestros familiares.

Debido a circunstancias como la violencia la población salvadoreña se ha acostumbrado en alguna medida al encierro, pero eventos como los que hemos vivido en estos últimos años vulneran aún más a la mayoría de la población.

Analizamos nuestro pasado precolonial con la intención de comparar la manera en que ancestros veían el mudo y se relacionaban con la naturaleza bajo otro tipo de balance y explotación de sus recursos.

Para nuestros propósitos planeamos especulaciones sobre el futuro donde el conocimiento de acumulado por la especie humana es trasladado hacia otros planetas ya sea con inteligencia artificial o variables de humanos adaptados a otros ecosistemas. Para esto realizamos un diorama gigante de entre 10x8 metros realizado con artefactos  tecnológicos obsoletos.

Referenciamos el conocimiento ancestral con el uso de la piedra como una de las primeras aproximaciones a dispositivos que permitieron el avance y despertar de lo que hoy día consideramos humanos; así como citas hacia nuestro pasado indígena precolonial por medio de piezas cerámicas propias de El Salvador como la cultura Lenca o Pipil.

Planteamos una vista de 360 grados creando micromundos en donde cada persona durante los últimos dos años se ha recreado otra realidad individual y colectiva.

Y finalmente reflexionamos sobre la importancia de resguardar lo que nos queda de ecosistemas naturales y que permiten el éxito de habitar este planeta que es el cual nos hemos desarrollado adaptado y forzado a adaptarse a nosotros en vez de nosotros a él.